Todos la miraban. Esperaban que gritara, chillara, llorara, corriera e incluso pataleara.
Pero no lo hizo.
Una sonrisa apareció en su cara y sus ojos brillaron con la luz del sol a las tres de la tarde.
Cojió su carpeta y con un ligero movimiento de muñeca fue abriéndose paso entre la multitud expectante.
Se lo pensó dos veces y... comenzó a caminar lento, muy lento, con su mochila al hombro y su carpeta agarrada con una mano, el calcetín le resbalaba por el gemelo izquierdo y la falda azul del uniforme la tenia mal puesta por todo lo sucedido. Con blusa remangada y su jersey atado a la cintura, continuó caminando.
Antes de girar la calle, se paró en seco y miró atrás.
Todos. Todos expectantes. Todos con la mirada puesta en ella.
Sonrió. Torció la cara y rió con amargura.
Giró la calle y se encontró de cara con su padre. Subió al coche.
Partieron hacia su nueva casa, en otra ciudad. No tendría que enfrentar el problema. No tendría que discutir una vez más sobre todos esos rumores que la amargaban, que la hacían infeliz y que una y otra vez creaban los de su pueblo. Puede que no fuera la mejor opción huir del problema, quizás puede que sí...
Nunca más los volvería a ver...
cada dia te superas mas, parece una historia de verdad... ME ENCANTA!
ResponderEliminar:DD gracias Jesuuus!! ^^ ui que diga... gracias cojo! :D
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