El olor a tierra mojada cuando llueve, la sonrisa de un bebé, dormir en mi propia cama, los paisajes que me acompañan durante mis viajes, el sonido del piano, tus mensajes, una noche de locura, pintar hasta que me agoto, el frío en la cara, acariciar cachorros, soñar, leer y mis converse azul fluorescente con más de 4 años, son las cosas que me hacen feliz:)
miércoles, 5 de enero de 2011
El fantasma de su mujer.
Nunca jamás había visto sonreír a aquel viejo cascarrabias, pero, cuando el fantasma de su mujer lo abrazó y bailó con el un vals a la luz de la luna... sonrió. Su cara se arrugó, sus ojos desaparecieron entre los pliegues de su piel y entre todas aquellas arrugas, solo se distinguían sus dientes, sus dientes blanquísimos que reían y no paraban de sonreír. De repente una lágrima nació en su ojo y resbaló por sus arrugas, callendo en la tierra. El fantasma comenzó a ascender y en su rostro se desdibujó la sonrisa tan bella de aquella mujer enamorada. Ascendió y subió por encima de todos nosotros y por encima de la cabaña en la que estábamos escondidos, y desapareció. El pobre anciano, se dirijio despacio hacia su casa y suspiró.
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