domingo, 4 de noviembre de 2012

No hay más

Muchos ya han dicho
que sin tristeza no hay alegría
pero yo diría más.
Sin tristeza nada sería.

En ocasiones
después de sufrir un tiempo,
tienes una gran presión dentro de ti.

Rómpete.
Llora.
Grita.
Para volver a fluir 
y ser capaz de todo otra vez.

Porque aguantar
y seguir aguantando
y decir a todos
que estás bien,
no te hace más fuerte.

Lo que realmente te hace fuerte 
es romperte en pedazos, y admitirlo.
-Estoy mal.-
Pero levantarte, 
y caminar, y seguir en ello.

De eso se trata.

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