domingo, 4 de noviembre de 2012

El mundo es una mala persona.
Pero todas las malas personas 
dicen hola y son amables al pasar.

Él

Él estaba por las mañanas
por las tardes
por los días
y las noches.

Él estaba lloviera o nevase.
 Cuando me enfadaba
con él o con cualquiera.

Él estaba cuando era feliz.
Cuando no lo era.
Cuando me quería morir, 
aunque sin mi él no quisiera.

Él estaba cuando no estaba.
Él estaba en mis ayunos
en mis huidas al cielo.

Él estaba aunque cayera de sueño.
Él estaba en mis lluvias intensas
en mis risas frescas.
Él estaba al calor o al frío.

Y le dije adios.

No hay más

Muchos ya han dicho
que sin tristeza no hay alegría
pero yo diría más.
Sin tristeza nada sería.

En ocasiones
después de sufrir un tiempo,
tienes una gran presión dentro de ti.

Rómpete.
Llora.
Grita.
Para volver a fluir 
y ser capaz de todo otra vez.

Porque aguantar
y seguir aguantando
y decir a todos
que estás bien,
no te hace más fuerte.

Lo que realmente te hace fuerte 
es romperte en pedazos, y admitirlo.
-Estoy mal.-
Pero levantarte, 
y caminar, y seguir en ello.

De eso se trata.