"Vive para poner tu granito de arena

y ver sonrisas a tu alrededor,

vive para la felicidad común,

vive para sentirte realizado

y conquistar el saber;

vive para aprender a morir."

He encontrado esto, entre cosas que escribí, y bueno, me gusta bastante :)

Anáfora uno.

No quiero que nuestro amor sea un amor de película
porque no duran más de una hora y media.

Quiero que sea uno de esos amores,
que le aportan paz y equilibrio a tu vida,
que le dan sentido.
Que la mejoran.

Que aunque pasen los años,
siga apareciendo esa sonrisa en mi cara al verte.

Que aunque discutamos,
sigas teniendo ganas de abrazarme.

Que muera de amor,
y que por amor sobreviva.

Diferentes felicidades.

No se si soy yo, o es que es así.

Pero a veces hay hechos, 

que te hacen perder la felicidad de la infancia de golpe, 

pierdes la ingenuidad,

y te das cuenta de que nada es como imaginabas.

Nada tiene la luz con la que tu veías las cosas,

y no estás tan protegida como pensabas.

Y aunque consigues volver a ser feliz, 

ya no es como antes.

Ya no tengo esa esperanza

que tenia hace años.

Soy feliz,

me considero feliz,

pero lo veo todo más oscuro.

Tantas cosas quiero hacer,

Y tan poco tiempo para nada.

Ese temor a que te vayas.

El que me hace,
perder la cordura,
la sensatez.
Que me hace temblar de frío.

El que me provoca
esa gran ansiedad,
ese miedo que me mata,
que me hace no desear
otra cosa
en todo el día
que el momento de ver,
otra vez,
esos ojos,
que me tranquilizan,
esa boca,
que me dice que le encanto
y que se quedará a mi lado
mucho tiempo.

Y resulta que te enamoras

cuando encuentras esa boca
que no pararías de besar.

Esos ojos,
que no te cansarías de mirar.

Esa piel,
que no dejarías de acariciar.

Personas desconocidas

que entran en tu vida un día cualquiera,
sin esperarlo,
por casualidad.
Y ya deseas que no se marchen nunca.

Y no deja de ser lo mismo.

Es tan perfecto todo cuando estoy bien,
y tan horrible cuando estoy mal.

Necesito que me necesites

Sin quererlo.
Sin desearlo,
sus corazones
se encontraron.


Una casualidad como otra cualquiera, a no ser que no creas en las casualidades.
Se conocieron en un lugar diferente al que acostumbraban; ella con gracia, él con misterio.
Dos dias pasaron entre miradas y sonrisas.
En la ladera del parque, intercambiaron sentimientos-Todo parecia precioso, perfecto.- daba la impresión de que sería eterno-Tenia fecha de caducidad, en cambio-.

El tiempo corria, pero aprobechaban cada instante.
Cómo una película, todo acabó. Quedaron en verse, seguir en contacto, etc. Pero exactamente, cómo en las películas, todo acaba ahi.


*Escrito en julio del 11 y dedicado a un amor de verano, francés.

Lo que una vez me hizo reir, 

acabó haciendome llorar.

Unbesolocuratodo.

Y volvemos a esas tardes,
en que la coca cola, 

los libros, 

y las pocas ganas de estudiar;

acompañan mi escritorio.

Ya aprendí a no caer en las ilusiones,

y menos en tus promesas, que no era sano.

Ni antes ni ahora tampoco.